Estamos de enhorabuena, Disney estrena por primera vez una película animada que contiene un beso entre dos mujeres que son pareja, y que además, son madres.
Ya hemos visto la película, y cómo no si aquí en casa hay un pequeño de un metro y tres centímetros que es muy fan de Toy Story y de Buzz Lightyear.
La película me pareció soporífera, sin el encanto de la secuela de Toy Story, pero la escena lésbica es realmente preciosa.
Os lo cuento. Lightyear es un guardián espacial, y su jefa y mejor amiga, Alisha Hawthorne, también.
Un día, por un error, se quedan atrapados en un planeta poco amigable, pero no consiguen salir de ahí. Buzz comienza a hacer misiones al espacio para intentar atravesar unos agujeros del tiempo (algo así, era confuso), alcanzar la hiper velocidad y huir.
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Cada misión de Buzz, aunque dura diez minutos, equivale a cuatro años de vida en el planeta donde se encuentra Alisha. Por ende, ve cómo cambiando la vida cada cuatro años. Así se entera en una de las visitas que su amiga se ha comprometido con una chica, después la ve embarazada, después la ve junto al hijo de ambas, y así hasta ver que el hijo ya se gradúa, y ambas madres se dan un beso.
Este beso es el que ha hecho enloquecer a los lesbófobos y que ha llevado a que esta película sea prohibida en 14 países. ¡Cuanta tontería! Porque la historia apenas ocupa pocos minutos y es realmente bonita.
El actor Chris Evans, que da vida a Buzz, dice que esta gente es idiota. Y razón no le falta. Además de la prohibición, otros países han pedido quitar la escena del beso. ¡Y es un pico tan casto que no tiene sentido!
La lesbofobia es tan absurda que no tiene sentido. Nosotras, por nuestra parte, nos sentimos tan contentas de que nuestros pequeños puedan ver a sus familias retratadas en los dibujos animados, que lo demás ni nos importa.
