Seguro que, como madre lesbiana, estos temas han podido pasar por tu cabeza. «¿Se sentirá diferente mi hijo o hija por no tener padre?» «¿Cómo vivirá de mayor nacer gracias a la donación de gametos?» ¿Deseará tener información sobre el donante, su familia y otros niños nacidos producto de esta donación?» «¿Qué pensarán cuando sean adultos?»
La investigación más extendida en el tiempo es el Estudio Nacional Longitudinal de Familias Lesbianas (NLLFS), que comenzó en 1986 en Estados Unidos, cuando las mujeres lesbianas pudieron acceder a embarazarse gracias a la donación de esperma. Desde entonces sigue a madres y a hijos.
La edad media de estos hijos es de 30 años. El 49% son mujeres y el 48 hombres. Poco más del 2% se identifica como no binario. El 90,67 por ciento son blancos y el 9,33% negros. Solo un 10% tiene hijos. Y el 63 espera tenerlos en un futuro próximo.
Los resultados de una nueva entrevista son un bálsamo para tus miedos. La gran mayoría afirmó no haber tenido ningún problema por su modelo de familia, solo haber experimentado reacciones sociales por no tener padre.
Estos hijos adultos consideran a sus propias madres como un modelo a seguir y tienen la intención de criar a sus propios hijos (los que tienen y los que aún no) con una mentalidad abierta, hablando sin tapujos de su propio modelo de familia. Destacaba el hecho de que los entrevistados se sentían completamente abiertos a aceptar a sus hijos tal como eran, sin importar la orientación sexual o la identidad de género. El crecer dentro de una minoría les implicaba en
Los autores afirman que otras investigaciones señalan que los hijos de lesbianas «pueden haber desarrollado resiliencia frente a la estigmatización debido a la orientación sexual de sus madres», y sus madres «pueden haberles mostrado cómo sortear las dificultades en un entorno heteronormativo».
Puedes consultar más detalles de este estudio y todas las claves de los últimos años en la página de la NLLFS.
