A los 41 años Alba decidió que quería ser mamá, en ese momento acababa de separarse de su novia, después de seis años juntas. Mientras estaba en pareja no se había planteado el tema de la maternidad. Pero cuando se quedó soltera decidió que quería tener un hijo.
Alba asistió a la clínica FIV Madrid, después de hacerse un examen de fertilidad vio que su capacidad ovárica no era muy buena, como correspondía a su edad. “Quise informarme de todas mis opciones, tenía la posibilidad de la FIV, de probar a ver si con mis óvulos tenía posibilidades o no. También estaba el probar con el óvulo de una donante, pero cuando conocí la adopción de embriones sentí que esa era mi opción. Siempre había pensado que me gustaba la idea de adoptar, también sabía que en España era difícil y largo. La adopción de un embrión, para mí, es como adoptar un niño, dar la posibilidad a un embrión congelado de tener una familia. No es genéticamente mío, pero es mío, es un niño adoptado que puedo además gestar en mi vientre. Me pareció una idea preciosa”.
¿En qué consiste la adopción de embriones?
Gran parte de las mujeres que se somete a una fecundaciones in vitro no da a luz a todos los embriones que logran crearse durante el tratamiento. La mujer puede elegir mantener congelados estos embriones o donarlos a otra pareja.
En Estados Unidos la donación de embriones es una práctica que va en alza cada año. Se estima que hay más de 600 mil embriones congelados esperando para cuando sus padres quieran tener otro bebé. También se estima que un diez por ciento de estos serán donados a otras mujeres solteras y parejas.
La transferencia de un embrión es un procedimiento bastante sencillo, donde la futura madre se ahorra pasar por estimulación hormonal y puede llevarse a cabo sin importar la baja capacidad ovárica de la mujer.
¿Más información? atencionalpaciente@fivmadrid.es
