Quizás el titular de este artículo te de muchas esperanzas. Si has llegado hasta aquí es porque llevas tiempo dándole vueltas a la idea de la maternidad. No tienes novia pero bueno, los años pasan y no quieres que tu fertilidad vaya decayendo así que sigues con el pensamiento en la cabeza. Pero aún no te queda claro: ¿es este un buen momento? ¿Cómo saberlo?
No quiero decepcionarte pero casi nunca sucede que sea el momento adecuado. Las mujeres lesbianas no nos quedamos embarazadas de casualidad o en un descuido. Nuestros hijos están pensados y repensados. Muy bien planeados. A veces demasiado bien planeados.
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Y aunque no puedo asegurarte que no hay un momento adecuado, porque siempre queda un cambio laboral que hacer, un viaje previo que emprender, una segunda oportunidad al amor, ese máster que cursar… quizás puedo ayudarte a aclarar la mente:
– Lista de miedos:
Una vez leí una frase que a lo largo de la vida me ha ayudado mucho: “si no tuvieras miedo, ¿qué harías?”. El miedo a veces nos inmoviliza. Otras nos salva la vida. Pero en este caso creo que es más bien lo primero. Te recomiendo que hagas una lista de esos miedos relacionados con quedarte embarazada ahora ya. ¿Dinero? ¿Tiempo?
Una vez que lo tengas ahí analiza cuánto de ese miedo es real y cuánto infundado. A veces las cosas que más tememos que nos pasen no son las que nos acaban sucediendo.
– Red de apoyo:
No es un requisito fundamental pero sí importante. Conozco chicas que han salido adelante solas con sus hijos sin red de apoyo, y cómo no, somos mujeres, podemos con todo. Pero tenemos que reconocer que una red de apoyo nos facilita mucho la vida.
¿Tienes familiares que podrían echarte una mano de vez en cuando? Y no solo me refiero a que lo recojan en la guardería. ¿Amigas o amigos que sabes que al menos una vez al mes podrán quedarse con el peque para que tomes tiempo para ti o lleguen a tu casa con un gran tupper de lentejas? Pues eso, red de apoyo.
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– ¿Cómo vas de dinero y tiempo?
Un niño cuesta dinero, pero tampoco tanto. El mío tomó teta el primer año de vida, así que mis gastos eran básicamente pañales, la comida para sus purés, y ropa y juguetes sin pasarse. Con esto me refiero a que los bebés suelen tener mucha más ropa de la que alcanzan a usar, lo mismo juguetes. Hay aplicaciones de cosas de segunda mano donde puedes encontrar ropita, carros, correpasillos y mil juguetes en muy buenas condiciones y muy a muy bajo costo.
No considero que mi hijo, que ya tiene 2 años, haya supuesto un enorme esfuerzo económico, aunque claro, no fue a la guardería. Sí una dedicación de tiempo. Pero es un tiempo que doy encantada, ¡me encanta jugar con él!
– Quizás sí, quizás sí el momento es ahora
A veces nuestro deseo se impone sobre nuestra racionalidad. Quieres tener un hijo, ¡tenlo! Yo tuve el mio con 36 y me pasa como a muchas madres, pienso que debería haberlo tenido antes. Ahora quiero tener otro y me acerco vertiginosamente a los 40.
Piensa que a medida que pasan los años te costará más conseguir el embarazo. Mi consejo es que no le des tantas vueltas, si está el deseo en tu corazón, ve a por ese sueño, te aseguro que ser mamá será una de las mejores cosas que te pase en la vida.
