Conocía a mi esposa siendo heterosexual. Esta es nuestra alucinante historia de amor

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Si ese 2 de agosto me hubieran dicho que iba a conocer al amor de mi vida, me hubiera puesto muy feliz. Pero si me hubieran dicho que sería una mujer, me hubiera partido de la risa. ¿Una mujer? Pero qué me estás contando.

Pero sí. Yo estaba de vacaciones en Almería con amigos, habíamos alquilado una casa. La hermana de una de mis amigas estaba en un cortijo en un pueblo cercano. Quedamos un día para hacer una barbacoa y vino con dos de sus amigas. Paula era una de ellas.

Paula, pelo largo, liso, castaño, ojos preciosos y la sonrisa más impresionantemente preciosa que había visto en mi vida.

Paula llamó la atención de uno de los chicos de mi grupo. «Pierdes tu tiempo, es lesbiana», le dijo la hermana de mi amiga. Cuando escuché eso sentí mucha curiosidad. La verdad es que en mi entorno no había mujeres lesbianas, al menos que yo lo supiera.

La observé bastante, insisto, era curiosidad. Pero ella sintió mi mirada y le hizo gracia. Hablamos un montón, sobre todo cuando el exceso de vinos hizo que yo me relajara.

Pasé de admirar su sonrisa a pensar que era encantadora y guapa. Mi siguiente etapa fue: ¿Qué se sentirá besarla?».

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Ese día nos hicimos amigas en Instagram y comencé a ver todas sus fotos y sus historias. Empecé a comentar cada vez que subía algo y así empezamos a «hacernos amigas».

Es tan extraño explicarlo, porque creo que todo fue tan natural. El enamorarme de ella no me horrorizó ni me impresionó. Recuerdo que pensaba: «pero cómo no voy a enamorarme de ella, cómo puede alguien no enamorarse de ella…»

Cuando acabó el verano lo hablé con mi mejor amiga. Me miró atónita, pensaba que estaba bromeando. Al final concluimos: ¿y si lo intentaba qué?

Como a las dos nos gustaba el senderismo le propuse ir a hacer una ruta por la sierra de Madrid. A mi me dolía la tripa de los nervios que tenía. Después de eso comenzamos a llamarnos todos los días. Paula se convirtió en alguien fundamental en mi día a día.

Yo ya había pensado como declararle mi amor pero no fue necesario. Un día después de ir a cenar me besó. Fue alucinante. Después de ese día no volvimos a separarnos.

Paula y yo llevamos juntas cuatro años. El 12 de abril nos vamos a casar, ya que en junio nace nuestra hija.

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Nuestra historia de amor es la prueba más grande de que la vida es completamente sorprenderte. Hace 4 años yo estaba disfrutando de mis vacaciones con amigos, pensando que era heterosexual, y una mujer llegó a revolucionar mi vida. Y en junio, el mes del Orgullo, llega otra mujer a revolucionar la vida de Paula y la mía.

Envíanos tu historia a info@madreslesbianas.com 

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